LA DERECHA AUN NO SE DA CUENTA DE QUE EL PUEBLO YA CAMBIO
La derecha cierra caminos al pueblo
Por: Julio Pomar
No cabe duda que las diversas corrientes de la derecha mexicana no han entendido el clamor de la historia, que es por más democracia, aunque de labios para afuera se ostenten como campeonas de la estabilidad y de una democracia que cuando no les favorece, la descalifican y, empavorecidos, le ponen todos los obstáculos. Y la reprueban con diversos argumentos ('el argumento es la verdad del polemista', decía el historiador Carlos Pereyra; o sea, el argumento no es la verdad verdadera), el primero de los cuales encubren en fraseología presuntamente democrática y es el temor a aceptar el cambio real de las cosas en el país. Quieren 'su cambio', el que ellos puedan manejar, domesticar, tripular, controlar a satisfacción y conveniencia propia y no de la nación. Y se dicen anti autoritarios.
Para la derecha, 'ella' es la nación, no el pluralismo de las fuerzas que la definen e integran. Los muchísimos que no forman en sus reducidas filas sólo son súbditos que nacieron para callar y obedecer, o en las anchuras del mercado 'libre', para comprar, consumir, estupidizarse con los mensajes de la televisión privada, someterse a los dictados comerciales de los mercachifles y de las chachalacas de los medios. Entonces se lanzan con todo -como lo han hecho ya hace décadas- contra lo que afecte su dominio o posiciones, validos por hoy de que tienen a un remedo de presidente en Los Pinos, obsecuente y genuflexo, igual que sus dos antecesores, a sus dictados e intereses.
A esta derecha no le cabe en la cabeza que en México se tiene que pactar igual con el de enfrente y el de al lado, con todos. Y que para hacerlo, es preciso escuchar, saber ver, entender y actuar en concordancia. Dicen, pero sólo dicen, que están dispuestos a ello, pero sólo con ellos en el poder, sólo que los dejemos 'llegar' de nueva cuenta, no importa que el poder lo quieran obtener fraudulentamente, contra la voluntad de la nación. 'México ya votó', dicen, y no los sacan de allí. Y sí, efectivamente, México ya votó, pero eso no ocurrió, como está demostrado hasta la saciedad, en condiciones de 'certeza, legalidad, imparcialidad, objetividad y profesionalismo' que 'serán principios rectores en el ejercicio de esta función estatal', la electoral (Artículo 41 de la Constitución).
Y ello se debió a que el presidente Fox se entrometió ilegal e ilegítimamente en el proceso electoral, primero para eliminar a López Obrador como candidato, después contra éste en sus discursos cotidianos y sus onerosísimos espots, ilegalmente cargados a la cuenta de los recursos públicos. Y también a que el órgano electoral, el IFE, trucó y alteró, no sólo 'presentó mal' los resultados del conteo electoral y permitió -si no es que con ello promovió- las agresiones y 'guerras sucias' a candidatos, que están expresa y absolutamente prohibidas en el Cofipe. Finalmente, además del fraude cibernético, difícil de probar pero existente sin duda, la acción de algunas empresas, grandes y medianas, que actuaron como oligarcas, como si la nuestra no fuese una democracia (gobierno del pueblo), así ella esté en ciernes, endeble, sino una oligarquía (el gobierno de los pocos ricos).
Debiera preguntarse la derecha oligárquica, antes que sea tarde, cuál es el camino que le está dejando abierto a la inmensa mayoría de los pobres del país, si lograra cerrarles el camino de la ley, la democracia y la concordancia política. Esto es tanto como no hacerle caso al clamor de la historia, que es por mucha más democracia tanto en lo político como en lo económico y social.
La derecha aún no entiende que el pueblo ha cambiado
Miembros de la derecha entiendan: EL PUEBLO NO ES TONTO!!!
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