EL PUEBLO ES EL QUE TIENE LA ULTIMA PALABRA

Vean la joya que escribe Julio Pomar esta ocasión:

¿No que no hubo complot contra AMLO?
Por: Julio Pomar

Sí hubo complot contra López Obrador, destinado a eliminarlo aviesamente de la contienda electoral de este 2006, complot que provocó el año anterior una de las crisis políticas más severas que haya registrado México en las últimas décadas, y que a su vez provocó la más poderosa manifestación de rechazo popular que quienes vivimos hoy en México hayamos podido vivir u observar. Eso lo mostró un último video, presentado el viernes 18 a los medios por la periodista Carmen Aristegui, donde se comprueba que sí, efectivamente, hubo una confabulación desde muy arriba -Fox- para impedir por la mala que López Obrador siquiera llegase a postularse como candidato presidencial.

Vicente Fox, Salinas de Gortari, Diego Fernández de Cevallos, el entonces secretario de Gobernación Santiago Creel y el también entonces procurador general de la República, Rafael Macedo de la Cocha, fueron indiciados en este video como lo que son: unos vulgares conspiradores empeñados en impedir la participación de AMLO en la puja presidencial, para asegurarse el continuismo de la política neoliberal y anti nacional endurecida desde el salinato (1988-1994), agudizada en el zedillato (1994-2000) y reforzada en el foxiato (de 2000 para acá). Lo diametralmente opuesto a lo 'demócratas' que todos ellos se auto titulan.

Esto muestra que la verdad se abre paso, muchas veces con mucha dificultad, pero en acontecimientos que tienen raíz e impacto público o social, casi siempre aflora. Se burlaron hasta la náusea de Andrés Manuel López Obrador cuando éste repetidamente habló, desde hace ya dos años, que había un complot del gobierno, Fox y la derecha, en colusión con el 'innombrable' Salinas, contra su candidatura a la Presidencia de México. AMLO fue motivo de burdas pachotadas e ironías: que fantaseaba con el 'compló', que estaba loco, que si lo tropical tabasqueño arrasaba su pensar, que si en suma eso lo convertía en un 'mesías' o en un arbitrario 'iluminado'.

De un solo golpe, en una sola exhibición, la periodista Carmen Aristegui -quien con esto muestra que no se le han subido los humos a la cabeza por el hecho de colaborar para CNN- puso las cosas en su justo lugar al difundir el viernes 18 el video en que se revela cómo el empresario Carlos Ahumada, implicado directo en los video-escándalos de marzo del 2005 contra políticos y funcionarios cercanos a López Obrador, confirmó la visión del complot anti obradorista.

En este video, filmado en Cuba durante una confesión de 40 horas ante las autoridades de la isla, donde se había refugiado y estaba detenido para investigación de posibles delitos contra las leyes cubanas, dio nombres concretos de los participantes -los que se mencionan líneas atrás- en esa confabulación de poderosos contra el que ya apuntaba a ser el candidato de amplísimos sectores del pueblo desde posiciones de izquierda (que en el extranjero califican como de 'izquierda moderada', ni siquiera radical).

La difusión de este video tendrá, inevitablemente, varias repercusiones políticas. La primera, esclarecer quién ha mentido y miente, si la derecha y el poder actual, o la izquierda y el pueblo. Si Calderón y el Yunque, que no ahorraron epítetos de mentiroso a López Obrador en su 'guerra sucia', o éste, quien desde la manifestación 'blanca' contra la inseguridad pública de junio del 2004, acusó que se trataba de un complot contra la fuerza popular que él representaba. Indudablemente, este video debe llevar a la conclusión de que cuando López Obrador habla de fraude no está inventando una fantasía, sino que está reflejando una realidad: hubo un inmenso fraude en el proceso electoral desde mucho antes de los comicios y en el ulterior proceso de cómputo de los votos, así como en la 'guerra sucia', en la majadera intromisión presidencial y en la embestida oligárquica contra esta candidatura.

Una segunda repercusión derivada, ha de darse en el análisis que actualmente desarrolla el Tribunal Electoral para calificar la elección. No pueden los magistrados dejar pasar la grosera intervención de Fox, violatoria de la ley e ilegítima, en todo el proceso. La salida lógica del Tribunal no puede ser otra que aceptar el recuento total de los votos, exigido por los obradoristas y más del 70 por ciento de los electores consultados por las empresas encuestadoras.

Una tercera debiera ser que los sectores oligárquicos que están lanzados a muerte contra López Obrador, debieran revisar si a ellos mismos les conviene mantener intolerantemente su pretensión de imponer a Calderón como presidente, ya que éste, ni por capacidad ni por circunstancia, es obvio que no les garantiza la tan cacareada 'estabilidad' que pregonan contra el tabasqueño. Difícil esta reconsideración, pero necesaria para ellos mismos si en verdad desean tal 'estabilidad' para sus negocios.

Mal fin de semana les ha traído a estos oligarcas la difusión del último video. Pero así como le han exigido a López Obrador 'aguantarse' con el supuesto triunfo de Calderón, ellos mismos deben entrar en coherencia. Pues como dijo Ignacio Ramonet, 'el pueblo tiene la última palabra'.



¿Tons no que no hubo complot en econtra del peje?

Panistas entiendan: EL PUEBLO NO ES TONTO!!!