COMPLOT RECONFIRMADO

Complot reconfirmado

Por: Eduardo Ibarra Aguirreq

Bajo el lema de “¡Por un México sin mentiras!”, Diego Fernández de Cevallos compitió en 1994 como candidato presidencial por el Partido Acción Nacional para despachar en Los Pinos. Aún sostiene que estaba completamente convencido de la certeza y pertinencia de ese postulado para un país como el nuestro.

Sin embargo, el también conocido como Jefe Diego, por conducir simultáneamente las bancadas del príismo -al decir de éstos- y el panismo durante los primeros tres años del salinato, no ha rendido el más mínimo de los honores al lema de campaña y, por el contrario, su nombre se asocia con frecuencia con el tráfico de influencias, ministerialmente por sostener vínculos profesionales y mercantiles con narcotraficantes, enriquecimiento desproporcionado y el ejercicio reiterativo de un discurso grandilocuente y puritano, característico de tiempos más que idos.

Apenas en marzo de 2004, el también conocido como La ardilla porque nunca salía de Los Pinos durante el sexenio en que las nueve familias que controlan Acción Nacional hicieron los amarres estratégicos necesarios con la vista puesta en el relevo del 2000, negaba sin inmutarse cualquier vínculo con los actores centrales de la operación mediática y política para exhibir a Gustavo Ponce Meléndez, René Juvenal Bejarano Martínez y Carlos Imaz Gispert en los videos del escándalo, difundidos hasta el hartazgo por Televisa como parte de un operativo -ahora lo reconfirma Carlos Agustín Ahumada Kurtz-, a cargo del entonces precandidato presidencial y secretario de Gobernación Santiago Creel Miranda y el latifundista queretano, quienes contaron con los gustosos oficios de Brozo y Joaquín López-Dóriga en relevantes papeles de fiscales, designados por Emilio Azcárraga Jean. Son los tristes e inmorales papeles que se vuelven a repetir después del 2 de julio.

Dos años y medio después, gracias a la conocida como confesión de La Habana, el gobierno cubano dispone de 40 horas de codiciadas grabaciones en las que Ahumada implica en primer lugar al genocida Carlos Salinas de Gortari y al general Rafael Marcial Macedo de la Concha, persecutor implacable del general José Francisco Gallardo Rodríguez y de la revista Forum.

Ahora se entiende perfectamente bien que tras el disenso entre el Palacio de Revolución y Los Pinos, entre el 28 de abril y el 3 de mayo de 2004, que condujo al retiro de ambos embajadores por decisión atrabiliaria de Vicente Fox Quesada, se encontraban los comprometedores videos de los que apenas surge el primero, dado a conocer por Carmen Aristegui Flores, y que será incorporado al expediente del Partido de la Revolución Democrática ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación como prueba adicional de la decisión del grupo foxista, salinista y yunquista para impedir que Andrés Manuel López Obrador accediera a la candidatura presidencial.

Los que hace dos años y medio se regodeaban con los videos del escándalo y hacían mofa de la tesis del complot, como dicen que pronunciaba el de Macuspana, ahora reconocen cínicamente su participación, como es el caso de Fernández de Cevallos, mientras que cobardemente la niega el Hombrecito que despachaba en Bucareli y que pronto lo hará en Xicoténcatl.

Desde que nació Utopía, misma que hoy arriba a la entrega número 300, alimenté con información y juicios diversos la tesis de la conjura, la investigué, documenté y convertí en libro con el título de Complot contra un proyecto de nación, hace dos años.

Es reconfortante recibir más elementos probatorios que avalan un investigación periodística, pero es harto preocupante reconfirmar la temprana decisión del grupo gobernante y la plutocracia para impedir que un mexicano acceda a la Presidencia, así tengan que pasar por encima de la arquitectura jurídica de la República, manejada suicidamente como simulación.

Panistas entiendan: EL PUEBLO NO ES TONTO!!!