LEVANTA SOSPECHAS
Miguel Ángel Granados Chapa
¡Sorpresa: detenciones!
Las circunstancias de la captura de los presuntos asesinos del periodista Amado Ramírez dan cabida a suspicacias. Entre las dudas destaca cómo se enteraron las autoridades de los antecedentes delictivos, a nivel internacional, de Vázquez Durán
Bien que en menos de una semana hayan sido detenidos los presuntos asesinos de Amado Ramírez, corresponsal de Televisa en Acapulco y conductor de una emisión radial en ese puerto. Mejor aún será que efectivamente se trate de quienes privaron de la vida al periodista y no de chivos expiatorios a quienes se busque inculpar sólo para efectos cosméticos.
La suspicacia, que no sólo expreso aquí, sino que se manifiesta por doquier, surge de diversas fuentes. Primero, la triste experiencia nos ha curtido y estamos más hechos a las malas noticias, las de la impunidad, las que se refieren a casos criminales sin resolver, que a las buenas nuevas de la detención de un responsable en corto tiempo. Pero, en el caso concreto, las circunstancias de la captura y las de la tramitación inicial de su paradero no abonan la credibilidad de las autoridades.
El martes circularon en los medios periodísticos acapulqueños tres versiones sobre la detención. Una, que Genaro Vázquez Durán y Leonel Bustos Muñoz, presuntos homicidas, habían sido capturados en el Distrito Federal y trasladados al puerto guerrerense. Otra, que en realidad ellos se habían entregado, temerosos de que los levantara una partida de matarifes que los seguía, acaso para ultimarlos y evitar que revelaran el móvil de su acción delictuosa. La tercera, que es la oficial, comunicada simultáneamente por la Procuraduría General de la República y la Secretaría de Seguridad Pública federal presentaba los hechos de esta manera:
"Como parte del esquema implementado para garantizar la seguridad de la población en el marco del Operativo Conjunto Guerrero, la Policía Federal, apoyada por elementos de las secretarías de la Defensa Nacional y de Marina (Armada de México), así como de la Procuraduría General de la República detuvo hoy, a las 13.20 horas, en Acapulco, a Leonel Bustos Muñoz y Genaro Vázquez Durán, presuntos implicados en el homicidio del corresponsal de Televisa en esa entidad, Amado Ramírez Dillanes.
"Esa acción se llevó a cabo en un puesto de revisión y control instalado en la Costera Miguel Alemán, del puerto de Acapulco, en donde elementos de la Policía Federal detuvieron a los tripulantes del vehículo VW, Golf, rojo, placas TSL-2986, el cual traía vidrios polarizados. Al hacer la revisión correspondiente los agentes federales se percataron que debajo del asiento derecho se encontraba un arma de fuego tipo pistola marca Colt calibre .38 súper, con un cargador abastecido con ocho cartuchos útiles calibre 9 mm.
"Los detenidos fueron llevados ante el agente del Ministerio Público de la Federación en donde, debido al parecido que tenía uno de los detenidos con la descripción del presunto homicida del periodista Amado Ramírez, se procedió a llamar a los testigos presenciales del hecho, quienes identificaron plenamente a Genaro Vázquez Durán como la persona que disparó en contra del periodista".
La lectura misma del comunicado provoca preguntas. Una, de carácter formal y no aplicable sólo a este caso, concierne a la actuación de un cuerpo jurídicamente inexistente, la Policía Federal. Se sabe del propósito de fundir en una corporación a la Policía Federal Preventiva y a la Agencia Federal de Investigación, y hasta se nombró a una persona que asumiera el mando de las dos agencias para unificarlas. Pero no se ha enviado al Congreso ninguna iniciativa de reforma legal, necesaria para tal fusión, y el comandante común ya causó baja de su elevada posición y quedó en una de nivel secundario en la Procuraduría General de la República. No hay en rigor ninguna Policía Federal.
Llama también la atención el hecho de que el Ministerio Público federal estuviera en condición de llamar a los testigos del homicidio, siendo que la averiguación previa corre a cargo de la Procuraduría estatal de Justicia, y sólo más tarde (de hecho muchas horas más tarde, lo que es también inexplicable formalmente) la Federación puso a los detenidos a disposición del Ministerio Público local.
Los detenidos no habían sido llamados a declarar, ni presentados a los medios de información hasta el mediodía del miércoles, porque estaban intoxicados e impresentables. Habían corrido una parranda de cuatro días, según explicaron las autoridades y no podían balbucir siquiera. Y sin embargo, validos quién sabe de qué artes, los captores se habían enterado de ese festivo hecho y de que Vázquez Durán tenía antecedentes penales, pero no en Acapulco sino en Carolina del Norte. Si no lo supieron porque lo comunicó el propio afectado, es que está ya en plena operación un sistema de información tan ágil y cabal que permite conocer la historia criminal de un presunto delincuente aun con datos procedentes del extranjero. Enhorabuena si es así.
En el colmo de la buena suerte, la detención de Vázquez Durán y Bustos Muñoz permitiría resolver no sólo uno, sino dos casos. Es que el sábado 7 fue asesinado Ernesto Moreno Gutiérrez, coordinador de la Policía Investigadora Ministerial mientras cenaba en un restaurante en compañía de su esposa y sus hijos. Y ahora la detención del par de homicidas permite conjeturar que no sólo mataron al periodista Ramírez sino también al agente Moreno.
Ojalá sea verdad que cometieron esos crímenes. Confortaría saber que no todo es impunidad, como la que beneficia a quienes en Acapulco mismo, hace ya dos meses, el 6 de febrero, emprendieron un doble asalto a oficinas de la Procuraduría local y asesinaron a siete personas, sin que la averiguación ofrezca resultados.
Cajón de Sastre
Hace más de dos décadas, casi un cuarto de siglo, hizo acto de presencia en México la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Por lo menos comenzó a mencionarse su nombre. Hasta este momento, el autoregodeo y el autismo del sistema autoritario priista no permitía que se ventilaran más allá de nuestras fronteras asuntos que, se machacaba insistentemente, sólo concernían a los mexicanos. Fue precisamente el Partido Acción Nacional el que invocó esa pieza del sistema internacional de protección a las garantías de las personas, denunciando el abuso electoral que de modo permanente disminuía o frenaba sus posibilidades de acceso al poder, por aquel entonces sólo asequible en el nivel municipal. Transcurrido el tiempo, ahora toca a un gobierno emanado de ese partido recibir a los directivos de esa comisión interamericana, para revisar los varios asuntos pendientes entre el Estado mexicano y la propia CIDH. Ya no se discute en esa instancia, por ahora solamente. Ahora es una variedad de temas, infortunadamente, los que debe abordar la comisión.
Corrreo electrónico: miguelangel@granadoschapa.com
FeCal entiende:EL PUEBLO NO ES TONTO!!!
Etiquetas: opinión
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