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domingo, diciembre 24, 2006

LA REVOLUCION DE CONCIENCIAS

Nuestro amigo "Sique" de el Justo Reclamo nos envía el siguente texto (muy bueno):

La revolución de la conciencia. 1. Introducción

Sique

La primera que vez que escuché este concepto de Andrés Manuel López Obrador fue el aciago día 5 de septiembre en el que el Tribunal tomó la decisión de convalidar el fraude y traicionar a México. Llovía en la calle y en el alma. Nos fuimos al Zócalo paraguas en mano con la esperanza de que AMLO tuviera una varita mágica y cambiara la adversa realidad que nos condenaba a soportar la humillación y el agravio. No fue así, pero sí hubo un discurso estimulante para seguir en la lucha, entonces fue cuando habló de la necesidad urgente de transformación de nuestro país y de la revolución de la conciencia. Este concepto hizo eco en las conciencias, valga la redundancia, de muchos. Sin embargo es un término que vale la pena analizar y profundizar en él.

La mayoría de los blogs posteamos textos de análisis político, social y económico, así como noticias que nos informan respecto de lo que sucede en estos campos, sin embargo, creemos que también es necesario que cada persona haga un análisis de sí mismo que le permita nutrirse y fortalecerse para la lucha que estamos librando y para una vida personal más decorosa y honesta. No confundir esta intención con una tendencia individualista o egoísta, esto tiene como propósito el que cada uno de nosotros sea mejor persona y que la lucha de mejores personas finalmente reditúe en una mejor sociedad. Los grupos de luchadores sociales frecuentemente se ven debilitados y deteriorados porque sus integrantes no han podido superar cuestiones personales que inciden en la lucha y la perjudican. Finalmente, la importancia de los análisis políticos, sociales y económicos se realizan con la intención de operar cambios en una sociedad que está formada por individuos.

Ahora que estamos en épocas navideñas me animo a comentar al respecto para que forme parte de la ya tradicional reflexión que hacemos con motivo del año que termina y el que está por empezar. Sé que ahora muchos estarán ocupados con las fiestas o en vacaciones pero quienes nos quedamos podemos comenzar a profundizar en este tema. Si además me hacen llegar sus comentarios por correo electrónico podremos para el día 9 de enero volver a postear los textos ya con sus aportaciones y la claridad sobre las dudas que surjan para que iniciemos un año con el propósito de llevar a cabo esta revolución de conciencias como piedra fundamental para cambiar no sólo a nuestro país por uno mejor y más feliz, sino también nuestras propias vidas.

Enviaré estos textos a otros blogs por si se interesan en postearlos para así dar lugar a una mayor participación de ustedes porque mientras más seamos los que reflexionamos al respecto aclarando dudas y sumando ideas y conceptos más completa y profunda resultará nuestra reflexión.

Empecemos por la definición: revolución significa, según el diccionario de la lengua española, 1. f. Acción y efecto de revolver o revolverse.
2. f. Cambio violento en las instituciones políticas, económicas o sociales de una nación.
3. f. Inquietud, alboroto, sedición.
4. f. Cambio rápido y profundo en cualquier cosa.

Analicemos estas acepciones en tanto se trata de la conciencia, tomemos la primera: Revolver o revolverse es volver a..., en efecto hay una intención de volver a...; la segunda no aplicaría porque en este caso se trata de la conciencia individual; la tercera, sí hay una inquietud, una falta de quietud, una especie de desasosiego, de desazón, una sensación de que hay algo que no está bien; y la cuarta, el cambio rápido y profundo en cualquier cosa, sí hay una necesidad de cambio que no sé que tan rápido pueda ser pero sí se trata de un cambio profundo.

Luego tenemos el término de conciencia, según el diccionario de la lengua española:
1. f. Propiedad del espíritu humano de reconocerse en sus atributos esenciales y en todas las modificaciones que en sí mismo experimenta.
2. f. Conocimiento interior del bien y del mal.
3. f. Conocimiento reflexivo de las cosas.
4. f. Actividad mental a la que solo puede tener acceso el propio sujeto.
5. f. Psicol. Acto psíquico por el que un sujeto se percibe a sí mismo en el mundo.

Luego, la definición que en este espacio utilizaremos es: el cambio profundo impulsado por una inquietud que nos obliga a volver a reconocer en nuestro espíritu nuestros atributos esenciales en todas las modificaciones que en nosotros mismos experimentamos en relación con el conocimiento reflexivo del bien y del mal mediante un acto psíquico que sólo podemos hacer nosotros al percibirnos en el mundo.

En el diccionario se menciona que la conciencia errónea es:
1. f. Rel. La que con ignorancia juzga lo verdadero por falso, o lo falso por verdadero, teniendo lo bueno por malo o lo malo por bueno.

En otras palabras, la revolución de la conciencia significa realizar un cambio a partir de reconocer como somos, reflexionar en cuanto al bien y al mal y percibirnos a nosotros dentro de estos parámetros en el mundo para que no juzguemos lo verdadero por falso, o lo falso por verdadero, teniendo lo bueno por malo o lo malo por bueno.

Mañana entraremos en la parte 2. Cómo se forma la conciencia.

El e-mail lo recibí ayer, así que aquí la segunda parte:

La revolución de la conciencia. 2. Cómo se forma la conciencia.

Sique

Para entender cómo se forma o cómo se estructura la conciencia tenemos que remontarnos a sus orígenes. Desde el psicoanálisis, la conciencia (lo consciente) se forma en el yo a partir de nuestro contacto con la realidad, con el mundo que nos rodea. Empezamos a tener conciencia de las cosas en la medida en que nos damos cuenta de su existencia a través de los sentidos y somos capaces de distinguirlas del sí mismo. El bebé cuando nace se encuentra en un estado casi de inconsciencia en su totalidad y no es capaz de separar el sí mismo del mundo que lo rodea. Su sensación de ser no percibe los límites que éste tiene. A partir de que sensorialmente va percibiendo la realidad externa e interna empezará a reconocerla como algo que tiene cualidades y a diferenciar lo que es distinto a él, irá percatándose de lo que es él, de lo que son las cosas y de lo que piensa y siente respecto a éstas.

Esta realidad esencialmente la misma para quienes comparten un espacio guarda algunas diferencias porque nuestras capacidades sensoriales varían y las afecciones a éstas también pueden ser distintas.

Por ejemplo, hay personas que son más sensibles a lo visual, otras a lo auditivo, otras a lo olfativo, y así el mundo va configurándose de manera distinta en cada uno de nosotros. Una misma realidad puede ser descrita atribuyéndole diferentes cualidades según la persona privilegie unas sobre las otras. Tres personas pueden opinar diferente respecto a una habitación y las tres pueden estar en lo correcto: así, una dirá que es cuadrada y sus paredes son amarillas, otra, que huele a plantas y otra más que es silenciosa y cálida, sin embargo las tres coinciden en que es una habitación. Las opiniones de las tres sólo coadyuvan a una descripción más completa de esa habitación. Ahora, si una de ellas dice que la habitación es cuadrada y otra que es redonda, una de las dos no está percibiendo de manera correcta la realidad. Por que esencialmente un cuadrado es distinto a un círculo.

Por otra parte, casi desde el inicio nuestras percepciones están asociadas a un sentimiento, a una emoción. Es decir, nuestras percepciones varían en función de las experiencias previas que tengamos respecto de una cosa. Tomemos por ejemplo la experiencia de un bebé que cada vez que se abre la puerta de su habitación entra un intenso frío; él va a asociar el abrirse de una puerta con una sensación desagradable; de tal forma cada vez que la puerta se abra llorará. Sin embargo, otro bebé que tiene la experiencia de que cada vez que se abre la puerta entra su madre con el biberón va a interpretar el abrirse de una puerta con la satisfacción de su hambre. En uno la apertura de la puerta se interpreta como un mal presagio sin embargo en el otro como uno bueno.

De ahí que la conciencia en un inicio se forma a partir de nuestras percepciones del mundo y las asociaciones que se hacen con estas percepciones en función de nuestras experiencias que son las que propician el conocimiento. Posteriormente entra la capacidad del pensamiento y la lógica racional que se da a partir del lenguaje. El pensamiento es capaz de relacionar varios elementos para explicarse la realidad y para interpretarla de acuerdo con las cualidades que en ésta percibe, las relaciones que éstas tengan en su conjunto y el juicio que se tenga sobre éstas.

Si uno ha tenido experiencias en que cada vez que se abre la puerta algo malo pasa pero cuando ésta se abre entra una niña sonriente con un ramo de flores, en ese momento el pensamiento lógico, a pesar de las malas experiencias anteriores, nos lleva a otra interpretación, es decir, si uno percibe niña, sonrisa y flores, la relación entre estos elementos conocidos nos da una idea diferente a la que tendríamos si entra un hombre por una puerta trasera con antifaz y pistola en mano, entonces, la conciencia permite percatarnos de lo que sucede refiriéndose al hecho en sí mismo. Por supuesto que en esta conciencia también interviene el factor experiencia y por tanto el conocimiento porque a través de éstos sabemos que una niña es inofensiva, que la sonrisa es un signo amoroso y que las flores son un símbolo de belleza que por lo general satisface nuestros sentidos. No nos lleva a la conciencia errónea de la que hablábamos en la introducción mediante la cual por ignorancia se toma lo verdadero por lo falso y lo falso por lo verdadero, lo malo por lo bueno y lo bueno por lo malo. El pensamiento racional evita que tengamos una idea falsa de las cosas por prejuicios. En el ejemplo, evita que supongamos que la niña viene a asaltarnos y a matarnos; o bien, que cuando entra un hombre por la puerta trasera con antifaz y pistola en mano interpretemos que se avecina una grata compañía.

En el diccionario, prejuicio significa:
1. m. Acción y efecto de prejuzgar.
2. m. Opinión previa y tenaz, por lo general desfavorable, acerca de algo que se conoce mal.

Entonces observamos que la conciencia se forma a partir de las experiencias y de la utilización del pensamiento lógico que se expresa mediante el lenguaje. Sin embargo, existe otro elemento fundamental para que nuestra conciencia de la realidad sea certera y que podamos emitir un juicio al respecto y es aquí donde entran los valores.

Los valores universales son: la verdad, la justicia, la igualdad, la libertad, la fraternidad, la solidaridad y el respeto a los demás. Son valores porque a través de la filosofía y la experiencia histórica en la convivencia humana se ha llegado a la conclusión de que la vida de los humanos es mejor cuando éstos existen. Todos los pueblos han luchado por la verdad, la justicia, la igualdad, la libertad, la fraternidad, la solidaridad y el respeto por los demás y han progresado en la medida en que estos valores se establecen dentro de sus sociedades. Además de que cuando se ejercen dentro de las sociedades, las personas son más felices; están considerados como las obligaciones del ser humano para su armoniosa convivencia. Por otra parte estos valores constituyen esencialmente el amor entre los semejantes, son preceptos insertos en la ética y la moral.

En el diccionario, moral:
1. Perteneciente o relativo a las acciones o caracteres de las personas, desde el punto de vista de la bondad o malicia.
2. adj. Que no pertenece al campo de los sentidos, por ser de la apreciación del entendimiento o de la conciencia. Prueba, certidumbre moral.
3. adj. Que no concierne al orden jurídico, sino al fuero interno o al respeto humano. Aunque el pago no era exigible, tenía obligación moral de hacerlo.
4. f. Ciencia que trata del bien en general, y de las acciones humanas en orden a su bondad o malicia.
5. f. Conjunto de facultades del espíritu, por contraposición a físico.

La conciencia se forma entonces de acuerdo a la percepción de la realidad, la experiencia o conocimiento que hemos tenido de esa realidad, la interpretación que se hace de ésta en función del pensamiento y la asociación de esta realidad con los valores universales de la ética y la moral.

En resumen, la conciencia se logra a base del conocimiento y los principios morales que se tengan. Si queremos llevar a cabo una revolución de la conciencia tenemos que aprender a percibir la realidad tal como es, aumentar nuestros conocimientos y reflexionar respecto a los valores que rigen nuestra vida.

Mañana, capítulo 3. La verdad.

Felicidades a Sique por sus excelentes textos.

FeCal entiende:EL PUEBLO NO ES TONTO!!!