YA BASTA!!

¡Ya basta!
Rosario Ibarra

31 de octubre de 2006

Sí, ya basta, el pueblo de Oaxaca ya está harto de injusticia, de latrocinio, de despojo de sus tierras, de tortura y de muerte. Durante casi medio siglo, ha soportado el maltrato y la humillación que los gobiernos se han empeñado en darle; por eso decimos: ¡ya basta! Durante el periodo de 1962 a 1968, se dio el primer conflicto agrario, por un acuerdo del gobernador Rodolfo Brena Torres: una disputa por 594 hectáreas en la región de los Chimalapas... El conflicto aún continúa...

De 1968 a 1970, el gobernador Víctor Bravo Ahuja, después de entregar a los empresarios del estado una serie de estímulos fiscales y económicos, apoyado por Luis Echeverría, dejó el gobierno para irse a trabajar con éste.

En 1974, el gobernador de triste memoria, Manuel Zárate Aquino, anunció en su toma de posesión que aplicaría mano dura en los conflictos agrarios, en los sindicatos y contra las huelgas de estudiantes en la Universidad Benito Juárez.

En 1977, un pequeño conflicto estudiantil se convirtió en enorme problema, porque se fueron incorporando asuntos laborales, agrarios, políticos. Fueron detenidos dirigentes campesinos, y líderes sindicales y de grupos de precaristas urbanos, a grado tal que se configuró -decían- un escenario de ingobernabilidad. En febrero de ese mismo año, el gobernador ordenó reprimir una manifestación en Juchitán, en donde varios campesinos murieron. En San Juan Lalana, la policía dio muerte a campesinos que protestaban frente a la cárcel municipal por la detención de sus compañeros. Sobra decir que dichos crímenes quedaron impunes. Sólo la muerte de decenas de oaxaqueños, "el baño de sangre más impresionante que ha tenido México en los últimos tiempos" (se decía en aquel 1977) hizo posible que el Congreso federal enviara una comisión de legisladores para que conocieran la situación en detalle.

Aquella comisión también encontró muestras de ingobernabilidad pero se cometió el error de dejar en su puesto al asesino, porque un día después, el 2 de marzo de 1977, una manifestación de universitarios y de trabajadores fue reprimida por la policía, con saldo de dos muertos y decenas de heridos de bala. Fue el pretexto para que el Ejército tomara la ciudad de Oaxaca. El gobierno federal obligó al sátrapa a dimitir. Se impuso mediante un acuerdo con el Congreso local como gobernador, al general Eliseo Jiménez Ruiz.

Los gobernadores que siguieron se dedicaron a seguir creando las condiciones para el ambiente de ingobernabilidad que hasta hoy subsiste. Por décadas se fueron incubando en Oaxaca, el rencor, la frustración y un sentimiento de impotencia enorme. La única excepción en todos esos años, fue en el periodo de 1986 a 1992, con Heladio Ramírez, que impulsó reformas a la ley sobre los derechos de los indígenas y supo gobernar sin crímenes. En 1966 se dieron los peores crímenes de parte del gobierno oaxaqueño. Hubo al menos 200 detenciones ilegales, 152 casos de tortura, 32 allanamientos ilegales, 22 ejecuciones "extrajudiciales", 22 desapariciones forzadas, 137 presos por motivos políticos y un número indeterminado de abusos sexuales, amenazas de muerte y procesos penales irregulares.

Hurgando en la historia encontramos el lapso entre abril de 1996 y diciembre de 1998, cuando el Ejército incursionó en Santiago Camotlán, en donde saquearon, golpearon a la población y detuvieron a muchos indígenas "por órdenes del gobernador".

Y qué decir del 31 de mayo de 2002 en aquella matanza de Agua Fría, en donde 26 campesinos de la sierra sur de Santiago Xochiltepec, fueron emboscados y muertos por más de 100 disparos... "Se les aplicó tiro de gracia en la nuca y en los genitales" (se leía por allí en un informe). Tan enorme perversidad, como siempre, quedó impune.

Este espacio no es suficiente para seguir con el doloroso recuento de las atrocidades cometidas por los gobiernos de Oaxaca, pero una de las muestras más claras es lo que sucede hoy. El actual gobernador, Ulises Ruiz, está ya en esa lista de la ignominia...

Por eso, el pueblo de Oaxaca, el pueblo de México y los pueblos solidarios del mundo, gritamos ¡ya basta!

Dirigente del Comité ¡Eureka!




Ulises, FeCal entiendan: EL PUEBLO NO ES TONTO!!!