**IMPORTANTE: Este blog se actualiza en horario indefinido, pero regularmente lo hace a diario** ::Este blog se visualiza correctamente con cualquier navegador, pero recomendamos Firefox para una rápida carga de este blog Click aquí para descargar el navegador:: Toda duda, comentario o aportación será bien recibida a elpueblonoestonto@gmail.com.

martes, septiembre 05, 2006

DESPUES DE LA TEMPESTAD VIENE LA CALMA

Determinómetro del TEPJF
Por: Eduardo Ibarra Aguirre

Por unanimidad, como si hiciera falta y sirviera de algo, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación declaró válida la elección presidencial del 2 de julio, apto para ocupar el cargo por el que compitió y presidente electo de los Estados Unidos Mexicanos a Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa.

Con independencia de que el beneficiario de la decisión del máximo tribunal electoral es Calderón, el actual grupo gobernante y la amalgama de intereses plutocráticos que representa, las 300 cuartillas que forman el proyecto de dictamen preparado por los magistrados Mauro Miguel Reyes Zapata y Alfonsina Bertha Navarro Hidalgo están plagadas de denuncias sobre irregularidades cometidas en el proceso previo a la emisión del sufragio. En ellas se menciona reiteradamente a Vicente Fox Quesada, Luis Carlos Ugalde Ramírez, el Consejo Coordinador Empresarial y otros organismos y membretes empresariales que intervinieron ilícitamente en la campaña electoral.

En todos los casos Navarro Hidalgo y Reyes Zapata, por no decir que todos los magistrados que actuaron con espíritu de cuerpo en vías de jubilarse espléndidamente, seis de los siete, encontraron la complaciente fórmula de “No tuvo una influencia determinante en el resultado de la elección”.

La criticada campaña panista de propaganda negra, los desafiantes anuncios del CCE que violentaron las instituciones que tanto defiende ahora, el inusitado despliegue propagandístico de Fox a favor de Calderón Hinojosa, todo fue justificado bajo la “no influencia determinante”.

Los magistrados, más que jueces resultaron medidores del impacto en el electorado de las ilegalidades cometidas por diversos actores políticos y agentes económicos. Por ello, será imprescindible que acompañen las 300 cuartillas con el determinómetro que utilizaron para atemperar los efectos y justificar los ilícitos cometidos por el presidente de la República, el consejero presidente del Instituto Federal Electoral, Calderón y su plana mayor de campaña.

Alfonsina Navarro llegó al extremo de justificar la ilegal participación presidencial en la campaña de Calderón con la ocurrencia de que “El presidente habló metafóricamente”. Ni al mismo Fox se le hubiera ocurrido para defenderse. Seguramente ella hizo una metáfora cuando leyó “coalición de la alianza Por el Bien de Todos”.

Durante cuatro horas de una sesión donde era evidente que todo estaba muy bien previsto, incluso el discurso de elogios mutuos de José Alejandro Luna Ramos y el aburrido torneo de oratoria improvisada entre magistrados que parecían alumnos de los primeros semestres de la Escuela Libre de Derecho, se ocuparon más de los momentos previos que de la elección misma, bajo el pretexto de que no le presentaron las pruebas necesarias e incluso regañaron a los dirigentes partidistas por no cubrir 100 por ciento de las casillas.

Al actuar como jueces de barandilla, los magistrados del TEPJF entregaron espléndidos argumentos a la coalición Por el Bien de Todos y Andrés Manuel López Obrador para que persistan en la resistencia civil pacífica y en el momento que consideren oportuno transiten a la fase de la desobediencia civil.

Mientras que para José Fernando Ojesto Martínez Porcayo, juez de la elección que entronizó en la Presidencia a Carlos Salinas de Gortari, “los ciudadanos emitieron su voto en plena libertad”, para el subconsciente de Leonel Castillo González “Con esta resolución enfrentamos, mejor dicho le rendimos cuentas al pueblo de México”.

Es lo primero, magistrado presidente. Y no tanto por el presidente electo declarado por ustedes, sino por la torpeza, superficialidad y las pésimas justificaciones de ilegalidades cometidas a la luz del día.

No existe, como usted presume “Un dictamen de control de calidad de la elección”.

Ojalá -Alá quiera- tenga usted razón cuando pronostica: “Después de la tempestad viene la calma. Siempre ha sido así”.


Estoy deguro de esa frase, así será.

Fecal entiende: EL PUEBLO NO ES TONTO!!!