SATIRICOSAS
satiricosas
manú dornbiererComo Robert Fisk, Greg Palast o David Swanson, al que le indignó tanto la pasividad de sus compatriotas ante los fraudes electorales que cuando millones de mexicanos de izquierda protestamos por el que nos aplicaron el 2 de julio y vio los campamentos en el DF, escribió algo que jamás se había oído -lo repito cuantas veces viene a colación- “me avergüenzo de no ser mexicano”.
Como James Petras o el perseguido y ridiculizado sin éxito Michael Moore, entre muchos más autoexiliados o no.
Ya era hora de que los gringos conscientes defendieran su seguridad personal dentro de su país, su propia dignidad ciudadana, sus más elementales derechos civiles en buena medida cancelados por el Patriot Act que les impuso la estrategia terrorista de George Bush inmediatamente tras la caída de las Torres Gemelas.
Cada vez más terrícolas, entre ellos los neoyorquinos parientes de las más de 3 mil víctimas a los que nunca ha indemnizado el gobierno de Bush, están convencidos de que la culpabilidad por el colosal atentado debe buscarse dentro y no fuera. Piensan –pensamos- que el 11-9 es atroz inicio de esa misma estrategia planeada por el Presidente y sus halcones con la inapreciable ayuda de Osama bin Laden, miembro de una familia amiga y por años socia en sus negocios petroleros del diabólico clan Bush.
Hay que recordar que no sólo George W. es el diablo, como bien dijo en la ONU Hugo Chávez, hoy por cierto muy mesurado cuando celebra el despido por incompetencia en Iraq de Donald Rumsfeld, secretario de guerra y sólo pide que también se vaya Bush, en lugar de exigir contra él un juicio por genocidio, como el que le recetó a su ex amigo Saddam Hussein.
¿Qué no han hecho ambos lo mismo: Matar y torturar a poblaciones enteras y a sus propios compatriotas?
Bush, el más viejo, el de la CIA, inició en 1990 la aberrante vendetta familiar contra Iraq. La única diferencia entre padre e hijo respecto a la metódica destrucción de ese país, es que el padre contó con la inocua complicidad de la ONU para la primera guerra del Golfo y sus personales bombardeos, con uso de uranio enriquecido (decíase in situ) y George W. con su también repudiado amigo Blair, se pasaron a la Organización y a toda la humanidad opuesta a la pavorosa invasión genocida por donde usted sabe.
En 1995 estuve dos semanas en el Iraq del embargo y pude ver con mis propios ojos las consecuencias de “la madre de todas las batallas” y el deterioro de la vida de los iraquíes por el embargo, que impedía hasta que entrara al país una refacción para las plantas de tratamiento de agua. “Los Bush contra Iraq” es simplemente un pleito familiar por intereses petroleros al que han arrastrado al planeta.
Ya era hora de que se supiera cuánto cuesta la invasión y actual ocupación de Iraq por tropas no autorizadas, pero tampoco detenidas por la ONU. “La guerra de Iraq costará más de 2 trillones de dólares”, dice Joseph Stiglitz, quien fue presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, economista en jefe del Banco Mundial y Premio Nobel en el 2001, al que preocupa el temible impacto de tan enorme gasto bélico sobre su país y el mundo, ya que el Congreso republicano ha tenido abiertas sus arcas para todo lo que pueda “combatir al terrorismo”.
Y es también hora de que se recuerde que esta guerra de la que no saben qué hacer hoy los gringos, se planeó sobre todo para ganar dinero -amén de apoderarse del petróleo iraquí y de pillar al país entero-. ¿Dónde está el contenido de los museos de Iraq? Para la “reconstrucción” del país que destruyeron en la pesadilla bélica de entrada y con la ocupación del país.
Richard Cheney, dueño con los Bush de la compañía petrolera Halliburton, es otro monstruo de la camarilla presidencial, tanto del padre como del hijo Bush. Fue secretario de la guerra (a la que le dicen cínicamente “Defensa”) del padre y es vicepresidente del hijo. Y Halliburton se ocupa de los gastos de la ocupación, las armas, la ropa, la comida, la salud, el housing, etcétera, en Iraq y en Afganistán. El todavía vigente Congreso estadounidense, dominado por la extrema derecha, recibió por fin el determinante rechazo de los electores el 7 de noviembre del 2006. Por fin, por fin. Pero hay analistas que aún se hacen cruces y se preguntan por qué.
Alguno dice que por los escándalos homosexuales de los muy machos y cristianos republicanos o por algo más plausible: La muerte de tantos soldados estadounidenses, muchísimos de origen mexicano. Pero es tal el deterioro de sus valores que no hay uno que haya mencionado que quizás el rechazo se debió también a que legalizó la tortura, como una práctica aceptable para defender a Estados Unidos del terrorismo.
¿Cuál es la diferencia entre Guantánamo y un campo de concentración nazi? Pero en fin, se acabó. Bush sólo podrá seguir engañando a los borregos derechistas. Los demás ya abrieron los ojos y la conciencia. No le fue posible a los republicanos en una elección legislativa tan amplia, hacer los acostumbrados chanchullos -a lo mejor hasta los asesora el Prian- para robarse la votación...
Para el México del fraude electoral, por desgracia ya pasó de momento la hora de levantar la frente, de intentar de verdad un México para los mexicanos, de ver al sol en lugar de ver las botas de Bush. Pero sin duda el voto de los migrantes, o mejor dicho emigrados, ésos sí valientes que mantienen a la mitad del país, ayudó a los demócratas gringos.
A ver qué pasa y gracias, mexicanos de fuera. Dentro, el miedo, el indecente derrotismo nacional deja a México fuera del luminoso panorama de la valentía de otros países hermanos. Y con su querido socio gringo, ya vimos con el muro lo bien que le fue al lambiscón de Fox.
¿Lo mismo sucederá con su pequeño, en todos sentidos, heredero panista? El Washington Post opinó que es lo mismo que Fox. Fecal en cambio dice que fue a “abrir una nueva época de las relaciones”...
Ya es hora de que el casi no Presidente conteste lo dicho por Guillermo Ortiz desde el Banco de México. Si entraron al País 420 mil millones de dólares... ¿Qué el nuevo Congreso, que por lo menos le impidió a la pareja presidencial ir con nuestro dinero a Australia, no va buscar dónde quedó la bolita trillonaria de los excedentes del petróleo? ¿O dejarán ir a Fox con un pequeño berrinche nada más?
Manú Dornbierer es analista y crítica política.
www.manudornbierer.com
Ulises, FeCal, Fox entiendan: EL PUEBLO NO ES TONTO!!!
2 Comments:
Tampoco hay que tenerle tanta fe a los demócratas... Son un poquito menos culeros que los republicanos, pero no dejan de ser paleros derechistas...
DESAFORTUNADAMENTE YA EMPEZO UNA NUEVA MODA , CAMBIARSE DE PARTIDO CUANDO LOS INTERESES DE ESTOS SUSODICHOS MARTIRES DEL PUEBLO YA NO SATISFACEN SUS INTERESES PERSONALES Y SU ALTER EGO, POR QUE NO PUEDEN VIVIR SIN EL Y POCO LES IMPORTE LOS POBRES QUE NO TIEN QUE COMER Y MUCHO MENOS UN EMPLEO MEJOR REMUNERADO PARA DAR EDUCACIÒN A SUS HIJOS.
ADELANTE MEXICANOS.
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