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lunes, octubre 30, 2006

NOTAS DE OAXACA

Ya regresé, aqui estoy vivito y posteando.

Empezamos con varias notas sobre Oaxaca:

De La Jornada:

Mueren tres pobladores en los enfrentamientos y ocho resultan lesionados

Con tanquetas y disparos entran las fuerzas policiacas
a Oaxaca


En medio de cateos a domicilios particulares comienza la persecución de la gente en resistencia


El cuerpo del joven Jorge Alberto López, quien murió durante la incursión de las fuerzas policiacas a la capital oaxaqueña, es velado por la comunidad Foto Reuters

ENRIQUE MENDEZ, BLANCHE PETRICH, GUSTAVO CASTILLO Y OCTAVIO VELEZ ENVIADOS Y CORRESPONSAL

Oaxaca, Oax., 29 de octubre. La Policía Federal Preventiva (PFP) ocupó desde las 2 de la tarde esta ciudad capital y el centro histórico, después de romper barricadas con tanquetas que arrojaron agua a presión, disparar armas de fuego, arrojar decenas de gases lacrimógenos y enfrentarse, durante más de dos horas, con colonos de San Jacinto Amilpas y brigadistas de la barricada de Canal 9. En la ocupación cayeron el enfermero del IMSS Jorge Alberto López Bernal, el profesor Fidel García y un menor de 14 años aproximadamente, aún no identificado.

Aunque la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) abandonó el zócalo capitalino a las 19 horas y se replegó a la Ciudad Universitaria, luego de una fallida negociación telefónica con la Secretaría de Gobernación, la persecución de ciudadanos que exigen la caída del gobernador Ulises Ruiz se extendió por la noche a las colonias cercanas a la capital, como Santa Rosa, en el Parque del Amor, situado en el puente Porfirio Díaz, así como en la calle Valerio Trujano.

Tras la incursión, los efectivos policiacos realizaron cateos a domicilios particulares y detuvieron a unas 50 personas, que -declaró el vocero de la APPO, Florentino López- fueron trasladadas a la 28 Zona Militar. Algunas fueron aprehendidas en las inmediaciones de Ciudad Universitaria y trasladadas en helicóptero a las instalaciones castrenses.

Los heridos

Hasta el cierre de esta edición se registraban ocho personas lesionadas y un número no definido de policías, aunque tres resultaron heridos por quemaduras de bombas molotov y cohetones. En el enfrentamiento en Canal 9, un federal recibió de lleno una molotov, que le prendió fuego, y sus compañeros le ayudaron a sofocar las llamas. La policía no informó a qué hospital fueron trasladados sus heridos, ni sus nombres.

En contraparte, los contingentes encargados de ocupar primero el centro histórico enfrentaron poca resistencia, pero también reprimieron a la sociedad que los increpó a su paso. A las cuatro de la tarde, tres agrupamientos se apostaron en las dos esquinas al sur de la plaza, en Bustamante y Portal de las Flores, desde donde arrojaron dos bombas de gas lacrimógeno, mientras otro avanzó hasta la esquina de Porfirio Díaz e Independencia.

A las siete de la noche, cuando la comisión de seguridad de la APPO pidió a 800 de sus integrantes replegarse a Ciudad Universitaria, los policías comenzaron a relajarse, se quitaron el casco y utilizaron como camas sus escudos y, a modo de cobijas, las mantas en las que el movimiento reclama la renuncia de Ulises Ruiz.

Las fuerzas federales recuperaron, además de la plaza principal, la alcaldía, la Secretaría de Finanzas y las oficinas de la policía municipal, y se preparan a intervenir en las alcaldías tomadas aún por la APPO.

Tras la incursión, que ocurre a cuatro meses y medio del fallido operativo de las fuerzas estatales, el gobernador advirtió esta noche que no solicitará licencia al cargo porque, adujo, su mandato "nunca ha estado sujeto a negociación". Sus colaboradores aseguraron que siguió el operativo desde una oficina en San Felipe del Agua, al norte de la ciudad.

El avance de los cuatro mil policías enviados a Oaxaca para "recuperar" la capital del estado ocurrió de manera simultánea desde el aeropuerto y de una base provisional en la carretera México-Cuacnopalan, en el entronque con el municipio de Etla.

Pasada la una de la tarde, media hora después de que 12 militares vestidos de civil fueron entregados a un mando castrense en la calle Símbolos Patrios, donde fueron retenidos, desde el aeropuerto salieron más de 80 autobuses con policías, a los que les abrieron paso dos trascavos que "barrieron" las barricadas y avanzaron hacia el centro de la ciudad.

Los autobuses y camionetas utilizados como barricadas fueron prácticamente levantados en vilo por los trascavos y, para evitar que los obstáculos fueran repuestos, la PFP distribuyó sus líneas a 100 metros entre sí, y cualquier intento de regreso fue disuelto a empellones con los escudos.

El avance de las tropas, entre las que participaron grupos especiales de inteligencia y táctica, estuvo apoyado por cuatro helicópteros de la policía federal y del Ejército. Antes de ordenar la marcha de la policía, se realizaron ocho vuelos de reconocimiento.

Al otro lado del valle, en Etla, cientos de personas se congregaron a la altura del pueblo de San Lorenzo, adonde se trasladaron mil 500 policías preventivos armados con rifles de asalto, lanzagranadas y toletes. Los ciudadanos y simpatizantes de la APPO repudiaron la presencia de las fuerzas federales, inclusive cuatro voluntarios se desangraron. Casi a las dos de la tarde se les ordenó avanzar y, ante la resistencia ciudadana, utilizaron las tanquetas para dispersarlos con agua a presión.

Las tanquetas fueron trasladadas hasta Etla por tráileres en plataformas; aunque se compraron en el último tramo de la administración de Carlos Salinas de Gortari, fue hoy, cuando faltan 31 días para que el presidente Vicente Fox concluya su mandato, que se utilizaron por primera vez. Esta noche, en los enfrentamientos con colonos, dos fueron destruidas.

Como en Símbolos Patrios, la gente extendió mantas y cartulinas en las que se leía: "¡llévense a URO!", por las iniciales del gobernador.

Con el respaldo de las tanquetas, la policía rompió las primeras tres barricadas, hasta el cruce de San Pablo, donde arrojó más agua a los colonos. Ahí tomó la decisión de dar vuelta a la derecha, para tratar de ingresar a la ciudad por la ribera del Río Atoyac, pues en los entronques de Viguera, Brenamiel y Santa Rosa los simpatizantes de la APPO habían atravesado tráileres e, inclusive, tenían en su poder un tanque de gas LP que amenazaban con quemar al paso de las tropas.

Al rodear las barricadas, el contingente policiaco se encontró, sin embargo, con dos tráileres más en las vías del tren, por lo que debió regresar, dar vuelta nuevamente para buscar una salida por la rivera, y entrar a una calle sin salida en la esquina de Pinos y Ferrocarril, en la colonia Pilar de la agencia municipal de Pueblo Nuevo.

Su avance desde ahí fue aún más difícil. Los colonos inconformes con la incursión les arrojaron piedras -inclusive con hondas-, bombas molotov y les dispararon cohetones con las bazukas hechizas. La respuesta, una y otra vez, fue el lanzamiento de gases lacrimógenos.

Ante ello, las fuerzas públicas se replegaron en dos ocasiones, y en ese ir y venir llegaron hasta el puente del Tecnológico, donde se dio uno de los dos enfrentamientos más fuertes.

A unas calles de ahí, donde se encuentra la agencia de la Pepsi, murió un profesor, del que hasta el momento se desconoce su identidad, y en ese lugar los vecinos recogieron casquillos de bala. En la refriega del puente del Tecnológico también falleció un menor de edad, del que tampoco se pudo confirmar su nombre.

Una vez que la policía traspuso dicho puente, una columna se trasladó hacia el sur de la ciudad y otra al centro. El primer contingente se dirigió al Parque del Amor, en el puente de Valerio Trujano, donde se produjo otro enfrentamiento y algunas versiones aseguraron que la ciudadanía habría tomado en rehenes a dos policías, y que uno más habría fallecido. Radio Educación reportó, poco antes de las 11 de la noche, que un hombre identificado como Isidro Ramírez y su hijo José Manuel fueron detenidos por la policía en ese parque.

La otra columna llegó a la barricada en el Canal 9 de televisión estatal, donde los brigadistas resistieron por casi dos horas, con piedras, cohetones y bombas molotov. Una prendió a un policía, mientras en la agresión con gases lacrimógenos, una granada le dio de lleno en el pecho al enfermero López Bernal, quien falleció por el impacto. Su cuerpo fue velado esta noche en esa barricada.

El profesor Fidel García murió apuñalado en el fraccionamiento Elsa, aunque el gobierno del estado aseguró que se trató de un asesinato "en una riña".

A las cuatro de la tarde, el tercer agrupamiento que se dirigió hacia el Centro Histórico recuperó la alcaldía -ubicada en la Plaza de la Danza, frente al templo de La Soledad- y se ubicó en tres de los accesos al Zócalo. Todavía humeaban seis autobuses incendiados en Símbolos Patrios y, antes de las seis, otros tres transportes urbanos utilizados para trasladar a los policías fueron quemados con gasolina.

Con el cambio de horario oscureció a las seis, y entonces arribó la marcha convocada por la APPO desde el monumento a Juárez, en la salida al Istmo, y ahí Flavio Sosa, integrante de la dirigencia provisional, pidió esperar 10 minutos para que la Secretaría de Gobernación diera una respuesta a una solicitud de diálogo. "No choquemos con la PFP. Vamos a esperar la respuesta, y si no tomaremos algunas acciones", expresó.

El plazo transcurrió sin respuesta positiva y, a las siete de la noche, una camioneta de la comisión de seguridad pasó por el zócalo para solicitar a los plantonistas reagruparse en Ciudad Universitaria.

A las 11 de la noche, finalmente, las tanquetas llegaron a la plaza principal de Oaxaca, después de una larga jornada violenta, pese a que el gobierno federal aseguró que la toma del estado sería pacífica, y a que el secretario de Gobernación, Carlos Abascal, había jurado por Dios que no habría represión en el estado.

Cuando llegaron las tanquetas al zócalo un policía preventivo agredió al fotógrafo Ezequiel Leyva, de La Jornada, al que derribó al piso y lo sometió con una bota en la pierna derecha para tratar de quitarle su cámara.
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Debemos de reconocer la ardua labor de todos aquellos reporteros a quienes les toca el
peligroso labor de ir a reportar en lugares poco seguros para ellos.
Es una muestra más de el plan de desinformación que el gobierno emplea para este tipo de asuntos.

Seguimos con esta otra igualmente de La Jornada:

El rector de la UABJO condena una posible incursión de la policía al campus

Ciudad Universitaria se convierte en el bastión del pueblo en resistencia

ENRIQUE MENDEZ, BLANCHE PETRICH Y GUSTAVO CASTILLO ENVIADOS

Oaxaca, Oax., 29 de octubre. La Ciudad Universitaria y sus alrededores se constituyeron en el último reducto de la resistencia de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) luego de que este domingo miles de elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP) "barrieron" barricadas y retenes que desde hace más de 150 días se habían levantado en la capital oaxaqueña.

Por temor a una inminente entrada de la PFP a Ciudad Universitaria y a la estación Radio Universidad de Oaxaca, los integrantes de organizaciones sociales que fueron desalojados del zócalo oaxaqueño reforzaron los retenes y principales accesos a la emisora, pues fue considerada "vital" para el movimiento, ya que constituye el canal informativo y de coordinación entre los manifestantes.

Este domingo el rector de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), Francisco Martínez Neri, externó en un mensaje trasmitido a través de Radio Universidad de Oaxaca su preocupación porque la violencia ponga en peligro la vida de universitarios y la integridad del patrimonio de la universidad. Y condenó cualquier posible intento de toma policiaca del campus.

En su mensaje, el rector declaró que este lunes esa casa de estudios fijará su posición ante los universitarios y la sociedad oaxaqueña, dada la posibilidad de que elementos de la PFP ingresen por la fuerza a esa institución como parte del operativo que este domingo implementó el gobierno de Vicente Fox para desactivar el conflicto en esa entidad.

Asimismo puntualizó que "ante la gravedad de los hechos originados por el conflicto por el que atraviesa el estado de Oaxaca, la UABJO"asume las siguientes posturas:

Ratifica que "la única vía para dirimir controversias es y será el empleo civilizado del diálogo y la negociación; que nada justifica la pérdida de vidas humanas; por el contrario, éste debe ser el fin primordial de todo órgano socialdemócrata y de derecho".

Agrega que "el ingreso de la fuerza pública federal a Oaxaca ha derivado en versiones de una posible incursión violenta en el campus universitario. Por ello, como rector de la máxima casa de estudios de Oaxaca, manifiesto mi absoluto desacuerdo ante esa posibilidad, ya que en el ámbito de la responsabilidad que me confirió la comunidad universitaria debo preservar la integridad y vida de los universitarios, así como la docencia y el ejercicio pleno de la democracia universitaria, la libertad de pensamiento y el diálogo convincente, elementos que han sido práctica histórica de la vida de nuestra institución".

En el transcurso de la noche la PFP realizó al menos 10 vuelos de reconocimiento sobre la UABJO, lo que acrecentó el temor de la entrada policiaca al campus.

Al cierre de esta edición los manifestantes se mantenían en alerta ante la posible incursión policiaca; sin embargo, en los alrededores no se detectaba presencia de alguna corporación.


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Continuamos con esta otra que habla que Radio Universidad es de los pocos medios que combaten el cerco informativo:

"Resistiremos", mensaje constante de los jóvenes en lucha

Radio Universidad, hilo vital de comunicación para los pobladores


BLANCHE PETRICH, ENRIQUE MENDEZ Y GUSTAVO CASTILLO ENVIADOS

Oaxaca, Oax., 29 de octubre. Radio Universidad ha sido -todavía hasta las 11 la noche- último bastión de la resistencia de los pobladores de esta ciudad. Denuncias de los caídos, los heridos, las agresiones. Llamadas de auxilio: "médicos, favor de trasladarse a las parroquias de Los Siete Príncipes y Las Mercedes"; colonos, "a reforzar las barricadas de Brenamiel y Valerio Trujillo". Información de última hora. Exhortos: serenidad en esta noche de máxima alerta, arengas, mensajes de solidaridad de todo el mundo. Federico García Lorca y Nicolás Guillén. Enlaces en vivo con ciudadanos indignados, impotentes, valientes. Entre otros mensajes, se escucha por la frecuencia 1400 de AM la voz del rector de la Universiad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), Francisco Martínez Neri, quien manifestó su "más absoluto desacuerdo" con que, ante el ingreso de la fuerza pública federal a la entidad, ocurra "una posible incursión violenta al campus universitario". En el ámbito de su responsabilidad, afirmó, "debo preservar la integridad y vida de los universitarios". Las voces de sus locutores son anónimas o, mejor dicho, sus identidades son colectivas. Pero algunas se distinguen, como la de la joven que ha estado al aire casi de manera ininterrumpida las últimas 12 horas sin perder la necesaria sangre fría. Su señal al aire, con algunas repeticiones e interrupciones, sigue siendo, muchas horas después de la ocupación de las fuerzas federales, un hilo vital de comunicación. Hace 150 días estudiantes de las facultades de Derecho, Idiomas, Contabilidad, Odontología y Medicina tomaron el control de la emisora, sus controles técnicos y, en un grupo muy restringido y especializado, la estratégica antena de transmisión. Desde que asomó en el horizonte la salida violenta al conflicto oaxaqueño, entendieron que la radio sería un blanco prioritario de las fuerzas federales. Y los ocupantes, apoyados por maestros de la UABJO, trabajadores, vecinos e incluso el respaldo tácito de la rectoría, se volcaron a imaginar estrategias de autodefensa. En la madrugada, por ejemplo, decidieron que las cadenas para mantener cerrada la reja de la Facultad de Derecho, por donde se llega a Radio Universidad, no era suficiente, y levantaron un muro de tabicón con sus respectivas mirillas. Hicieron una segunda barrera de tambos. Una tercera con fogatas de hierba verde. Y las trincheras de costales que ya existían. En cada trinchera se dispusieron provisiones para repeler el ataque: cubetas con piedras, resorteras, palos, bombas molotov y las famosas bazucas hechas con tubos de PVC rellenos de la pólvora de los cohetes. Y como implementos de su versión de guerra química, montones de pañuelos, galones de ácido muriático, cloro y vinagre. Una auténtica metáfora de David y Goliat. No están solos, pero casi. Muchas amas de casa de los alrededores no están dispuestas a dejar indefensos a los muchachos y muchachas de la UABJO, y se atrincheraron desde temprano con ellos. A mediodía una se pone a barrer, "porque estarán muy en plan guerrero, pero no es pretexto para ser cochinos". Al filo de las 18:30 horas el suministro eléctrico de la UABJO y de la zona habitacional aledaña al campus fue suspendido; sin embargo, 40 minutos después se echó a andar una planta y se reinició el servicio. A medida en que avanza la noche y los estallidos de violencia se multiplican en la ciudad ocupada, se conoce que son los afis -elementos de la Agencia Federal de Investigación de la Procuraduría general de la República- quienes se encuentran a pocas cuadras de ciudad universitaria. Es decir, que el ataque será aún más feroz. Y que habrá, sin duda, detenidos. Pero la voz de la mujer ronca, la que transmite el espíritu combativo, advierte: "Resistiremos".
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Ahora pasamos a esta otra de la valentía del pueblo al enfrentarse con la PFP ayer durante la represión:

Con lluvia de piedras en cada esquina dieron la bienvenida a la fuerza pública

Unidos y organizados, los oaxaqueños intentaron repeler la embestida policiaca

"Ustedes están jodidos como nosotros, ¿por qué nos hacen esto?", gritaban a los agentes

Con buldózeres, elementos de la PFP levantaron las barricadas de los habitantes Foto Ap/Luis Alberto Cruz

BLANCHE PETRICH, ENRIQUE MENDEZ Y GUSTAVO CASTILLO ENVIADOS

Oaxaca, Oax., 29 de octubre. Al mediodía, cuando el avance de las fuerzas federales sobre la ciudad de Oaxaca apenas comenzaba -lento, inexorable-, los vecinos de la colonia Candiani decidieron reforzar su barricada sobre la avenida Símbolos Patrios, esquina con Eulalio Gutiérrez, con un par de tráileres "retenidos" y un autobús escolar que tenía las llantas ponchadas. Colocaron su retén ciudadano, mantas y hasta sacaron a la bisabuela Angela para que hiciera guardia en su silla de ruedas.

Lo hicieron porque en esa esquina, hace dos semanas, cayó Antonio García, rotulista que llevaba café a los brigadistas. Fue abatido por militares borrachos, quienes salían armados de un table dance a altas horas de la noche.

Fue entonces cuando descubrieron que en una camioneta Suburban, supuestamente del servicio de transporte urbano, viajaban 12 jóvenes vestidos de civil. Tenían corte de cabello tipo militar, complexión atlética, buenos tenis y mochilas idénticas. Se resistían a identificarse. Entonces los esculcaron. Eran soldados de la 28 Zona Militar, adscritos a la Dirección General de Transportes Militares Sección Fletes. A los vecinos de la barricada, los soldados les dijeron que "iban a un curso a Ixtepec". Pero a esa hora, en este día de la historia de Oaxaca, nadie les creyó. Y según una vecina que tiene madera de lideresa, fueron "invitados a pasar" a la barricada y retenidos. Los sentaron a la sombrita -bajo una manta juarista, que tenía el lema de "el derecho al respeto ajeno es la paz"-, les dieron de beber agua de jamaica bien fría y hasta revistas para que se entretuvieran.

Gustavo Adolfo López, de la comisión de orden y vigilancia de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, se puso en contacto con el comandante de la 28 Zona Militar, Juan Hernández, y con Fernando Yánez, comisionado de la Secretaría de Gobernación. Se acordó que pasarían a buscar a los militares a la barricada. Todo se resolvió sin incidentes en menos de 20 minutos. Un vehículo de la zona de Ixcotel pasó a buscarlos y se los llevó en dirección contraria al aeropuerto.

Apenas había desaparecido el transporte militar con los soldados cuando en dirección opuesta hizo su aparición el muro negro de escudos y toletes, precedido por dos buldózeres y gritos de ira de la población.

"Llévense a Ulises"

La doña de la tercera casa de la calle Puerto de Manzanillo estaba por servir la mesa cuando oyó el estruendo. Salió corriendo hacia la esquina de la avenida Símbolos Patrios con el trapo de la cocina en las manos. Y tras ella, su prole. Vieron cómo su trinchera se hacía añicos en las pinzas de los buldózeres, conforme avanzaba, compacta, la columna de escudos de la Policía Federal Preventiva (PFP). Cómo detrás de los federales iban los camiones que usan a diario al servicio de la ocupación. Eso sí hizo hervir la sangre de la doña, de su prole y de todos los presentes, pueblo puro y duro de la ciudad de Oaxaca.

-¡Choferes traidores! -gritaban.

La empresa Servicios Especializados de Transportes Antequera (Sertexa) prestó sus unidades para el traslado de la policía federal. O fueron requisados, como ocurrió a ADO, a la que fueron expropiadas "temporalmente" al menos 12 unidades para el transporte de tropa del Istmo y Tuxtepec.

-¿Está nerviosa, comadre? -preguntaron a la matrona que vive en la calle Manzanillo.

-¿Nerviosa? Ni madre. Impotente -respondió.

Por un momento el convoy se detuvo. Y los vecinos se lanzaron contra los autobuses para poncharles las llantas. La PFP entró en acción y correteó a los jóvenes en todas las bocacalles. Avanzó la fuerza federal hacia el centro. En cada esquina fueron recibidos con lluvia de piedras. En una curva, unas viejillas corrían desde lo hondo del camellón hacia la banqueta, de ida y vuelta, una y otra vez, con la canasta del mandado. En la hondonada recogían piedras que entregaban a los muchachos, quienes, cual intifada local, hicieron añicos las ventanas de todas las unidades de la Sertexa.

La vecina con madera de lideresa de la barricada, quien minutos antes ofrecía agua de jamaica, caminaba frente a los policías roja de coraje: "Pero si ustedes están pinchemente jodidos como nosotros, ¿porqué nos hacen esto y no se llevan a Ulises?" Otros gritos de mujeres se escuchaban al paso de la PFP: "No violen a las mujeres, llévense a Ulises." "Hagan esto con los narcos, no con nosotros." "También estamos luchando por ustedes." "Oaxaca no es Atenco." Y la descarga popular inevitable: "¡putos, puercos, culeros!"

Una y otra vez, entre la gente enardecida había quien llamaba a la razón, a no responder a la provocación, a no dar motivos. Era todo un operativo de contención. Autocontención. Sabiduría popular. Mejor las banderas blancas y las tricolores, los espejos, las vírgenes de Guadalupe, aderezadas con mentadas para expresar el repudio inequívoco. Y en los bolsillos muchas, pero muchas resorteras. Y canicas de diversos calibres como proyectiles. ¿Alguien aplaudió? Quizá. No muchos.




Ulises entiende EL PUEBLO NO ES TONTO!!!

1 Comments:

At 7:13 p.m., Blogger Luis Cuello said...

Compañeros, vaya un saludo solidario al pueblo de Oaxaca desde Chile. Los felicito por el blog, contiene muy buena información.

 

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