LOPEZ OBRADOR: EL POLITICO CON MAS ACEPTACION

Política Mexicana:
La Popularidad de los Gobernantes
por Dagoberto Márquez

De acuerdo con el resultado de una encuesta (mitofsky) recién divulgada aquí en México, el nivel de popularidad de los gobernantes estatales está por los suelos. Por lo que trascendió, pocos gobernantes alcanzan el 60 % de aceptación entre sus pueblos y la mayoría se sitúa en franco deterioro. Para su conocimiento, muchos están por debajo del 20 % y algunos se sitúan incluso en un rango de aceptación inferior al diez. Lo anterior resulta un problema de tiempos actuales donde a una gubernatura puede ir casi cualquiera, a diferencia de décadas anteriores donde para hacerse del poder en una entidad era necesario transitar por un largo, arduo y sinuoso camino. Antes, para ser gobernador de una entidad resultaba imprescindible el haber sido senador de la República , secretario de Estado o algo equivalente, hoy no. En la actualidad basta con querer ser, comprar conciencias por aquí y por allá, hacerse publicidad, competir por ello y ganar. Así se trate de mequetrefes con escaso nivel, bajo perfil, mínima popularidad y hasta con rechazo social. La consulta de la que hablamos fue hecha de dominio público vía los medios.


Por lo que trascendió escueta pero claramente, algunos indicadores y porcentajes al respecto son los siguientes. Enrique Peña Nieto del estado de México cuenta con el 61 % de aceptación en su entidad. De la misma forma, Marcelo Ebrard, jefe de gobierno electo para el Distrito Federal se sitúa en un 42 %. De acuerdo con esto, Alejandro Encinas, quien pronto dejará el gobierno del propio DF tiene en su favor el 39 %, Mario Marín del estado de Puebla tiene el 30, Lázaro Cárdenas Batel de Michoacán el 29, Ulises Ruiz de Oaxaca el 24 y Amalia García, de Zacatecas, el 20. De acuerdo con esta misma información, Pablo Salazar de Chiapas cuenta con el 20 %, Miguel Osorio de Hidalgo tiene el 20 también, Juan Sabines, gobernador electo de Chiapas tiene el 17, Emilio González de Jalisco cuenta con el 16, Marcelo de los Santos de San Luis Potosí tiene también el 16, Francisco Garrido de Querétaro, Manuel Andrade de Tabasco y Patricio Patrón de Yucatán tienen el 15 % respectivamente, Fidel Herrera Beltrán de Veracruz, Eduardo Bours de Sonora y José Reyes Baeza de Chihuahua el 14, Natividad González Parás de Nuevo León el 13, Humberto Moreira de Coahuila el 12, Eugenio Hernández de Tamaulipas y Zeferino Torreblanca de Guerrero el 10 %, y, por último, Marco Antonio Adame, próximo gobernador de Morelos el 8. Otros gobernantes no citados cuentan (también) con un bajísimo consenso en su propia entidad.

Estimado lector, Fina lectora, la aceptación o el rechazo en los gobernantes deriva de varias cosas, pero algo que es determinante tiende a ser el conocimiento y la simpatía que la sociedad tiene de ellos verdaderamente. En esta lógica y más allá de que con el paso de los años las cosas cambiaron, uno de los factores que ha incidido determinantemente en esto es el estado de descomposición que por diversas razones se ha incrementado en la política en México, sobre todo a raíz del oprobioso gobierno encabezado por Carlos Salinas de Gortari desde donde las cosas sufrieron un notorio vuelco. A partir de dicho régimen y toda vez que desde entonces se desbordó un sin fin de cosas, la actividad política se modificó hasta hacer posible el asunto de los magnicidios, la violencia rampante, el latrocinio al por mayor, el ascenso en el narcotráfico, la rivalidad abierta en los actores así como el descontrol gubernamental en muchos sentidos. Todo esto trajo como consecuencia directa, patología política y patología social, descontento, quebranto económico, inflación, deterioro en muchos de los sentidos de la vida nacional y como consecuencia también, rechazo a los gobernantes, inestabilidad política e impopularidad. Todo a partir del mismo estado de caos.

Si las cosas no se modifican para bien y para pronto, el estado de tensión y la crispación social rebasará a los impopulares y hasta desconocidos gobernantes. Esto es así porque de acuerdo con lo que nos muestra la historia, no existe gobernante rechazado que pueda ejercer con autoridad sus múltiples responsabilidades. El único gobernante con un estado de aceptación y simpatía más que aceptable en estos últimos tiempos es Andrés Manuel López Obrador. Por si usted no lo sabe, Andrés Manuel tuvo hasta que dejó su cargo de jefe de gobierno en el DF casi el 80 % de respaldo por lo que dicho dato queda para la historia. Esto sin menoscabo de que el sistema antidemocrático y envilecido encabezado por Vicente Fox (y Felipe Calderón) le haya robado a mansalva la más reciente elección.



Es todo.


FeCal entiende: EL PUEBLO NO ES TONTO!!!