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El campamento que ocupa el candidato de la coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, en el Zócalo capitalino ha sido convertido en un auténtico bunker al que sólo tienen acceso sus más cercanos colaboradores.

El lugar está rodeado por un cerco de vallas metálicas, infranqueables hasta para los mismos reporteros, donde el político tabasqueño se mantendrá por segundo día y del cual sólo saldrá para asearse.

Las estructuras metálicas fueron instaladas en el área que ocupan el templete y las tiendas de campaña utilizadas para pernoctar o efectuar reuniones.

El espacio ha sido convertido en un bunker que es vigilado mañana, tarde y noche por los elementos de seguridad del tabasqueño, quienes no permiten el paso a personas extrañas ni a periodistas.

Los representantes de la prensa no sólo tienen que enfrentarse a la multitud que rodea el campamento de López Obrador, sino también a la gente que custodia todos los accesos al templete y a las tiendas de campaña.

La actitud de quienes integran el cuerpo de seguridad del perredista impidió el paso a los comunicadores, fotógrafos y camarógrafos, al momento en que se disponían a realizar la cobertura del mensaje que el tabasqueño dirigió a sus seguidores.

Hubo quienes escalaron las vallas para llegar al punto más cercano a López Obrador, aunque los que no corrieron con la misma suerte debieron conformarse con escuchar de lejos sus palabras.

Se prevé que el panorama no cambiará en los próximos días, ante la indiferencia y pasividad del área de Comunicación Social del PRD, cuyos encargados no se ocupan de que los medios realicen su labor en las mejores condiciones.


Esto no se ve a diario, y presiento que mañana se integrara más gente al plantón, estoy seguro. Adémas estoy de acuerdo con eso de que esto no se acabara pronto, durará por lo menos una semana.
Mañana a ver si me doy una vuelta por allá para ver como esta la cosa, y ya les platico.

Panistas entiendan: EL PUEBLO NO ES TONTO!!!