SIGUEN SALIENDO ACTOS CORRUPTOS DE EL GOBIERNO DEL PAN
"Desapariciones" en Compranet
A comienzos de abril pasado, estuvo en México una comitiva del Banco Mundial encabezada por su presidente, Paul Wolfowitz, para conocer los avances en los temas de gobernabilidad, transparencia y combate a la corrupción.
En las oficinas de la Secretaría de la Función Pública (SFP), el titular Eduardo Romero Ramos les mostró ejemplos de su trabajo y les mostró algunos de los Cineminutos contra la corrupción, en los cuales se dice a los ciudadanos cuáles son las conductas que deben evitar.
También se les explicó a los funcionarios de la institución financiera el sistema Compranet, el sitio en internet donde se pueden consultar las compras y los contratos del gobierno.
“En Compranet se puede ver todo lo que se compró, quién ganó, a qué precio, en qué condiciones; hay un control social, pues muchas personas están interesadas en la información, para corregir errores y, sobre todo, evitar la corrupción. Es un sistema muy poderoso porque la gente sabe que lo están viendo, y su modelo ha servido para impulsar iniciativas similares en otros países latinoamericanos como Guatemala y Perú”, dice a Proceso Isabel Guerrero, la directora del Banco Mundial para México y Colombia.
Si Guerrero hubiese consultado más a fondo algunos enlaces del sistema, se habría percatado de que en vez de aumentar el número de los contratos en línea para hacer honor al principio de transparencia pregonado por el gobierno de Vicente Fox, han desaparecido los registros de años enteros.
Esa “desaparición” ha sido silenciosa, pero se hizo evidente desde octubre de 2005. En Compranet se informó que el 10 y el 11 de septiembre de ese año el portal estaría en mantenimiento; sin embargo, en cuanto se restableció el sistema, la información sobre los inicios del sexenio ya no estaba disponible. Por ejemplo, en noviembre de 2005 sólo se encontraban los datos entre 2004 y esa fecha. Hoy día, únicamente aparecen los registros de 2005 y 2006.
Al inicio de la actual administración y en un afán de sustentar su compromiso con la transparencia, el gobierno foxista incluyó en el portal gran cantidad de información ahora desaparecida, al menos virtualmente.
Entre el 12 y 18 de marzo de 2002, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) otorgó 42 contratos a la trasnacional Johnson & Johnson por un total de casi 7 millones de pesos. Varios intentos de consultar las adjudicaciones directas de la Sedena en Compranet fueron infructuosos. Al seleccionar todas las compras de esta dependencia –directas o por licitación–, sólo aparecen 25 registros, que corresponden a 2005 y 2006.
El sistema Compranet no le trae buenos recuerdos al presidente Fox. Al inicio de su sexenio, la reportera Anabel Hernández realizó consultas en línea para el periódico Milenio y encontró registrados contratos para remodelar las cabañas que ocuparía el mandatario, así como compras de toallas por más de 4 mil pesos cada una y juegos de sábanas de 154 mil pesos.
Logro a medias
La SFP anunció, sin precisar la fecha, que próximamente comenzará a operar Compranet Plus, un sistema mejorado que contendrá información acerca de contratos y compras gubernamentales. El Banco Mundial brinda apoyo técnico para su desarrollo y aporta algunas recomendaciones, como la generación de estadísticas. Dicho sistema será obligatorio para todas las dependencias compradoras del gobierno federal.
El responsable de Gobierno Electrónico de la SFP, Abraham Sotelo, aceptó ser entrevistado al respecto, pero en octubre. Las preguntas que se le enviaron por escrito no fueron respondidas.
Pese a ello, la Ley Federal de Transparencia es una de las más avanzadas de su tipo en el mundo, mejor incluso que su similar estadunidense, a decir de Isabel Guerrero.
“Funciona muy bien. La gobernabilidad misma del Instituto Federal de Acceso a la Información, la independencia de los consejeros y que las sesiones sean transparentes, abiertas al público... me parece que la Ley de Transparencia es el logro más importante del sexenio, no sólo para la gobernabilidad, sino para todo”, enfatiza.
Sin embargo, agrega, el Banco Mundial percibe en los gobiernos de otros países una oposición acérrima a la implantación de esta ley, como en el caso de Honduras. Debido a eso, es necesario poner atención a potenciales amenazas.
“En México –acota– ya pasó la ley, pero también es posible que en momentos de transición, en el futuro, haya grupos poderosos que traten de recortar sus facultades”; como sería el caso de monopolios y sindicatos que benefician a un grupo pequeño, pero influyen en amplios sectores de la población.
Los límites de la prevención
El 7 de noviembre de 2005, una docena de secretarios de Estado se reunió con el presidente Fox en Los Pinos, a fin de revisar los resultados de las acciones anticorrupción. Luego de escuchar cifras y datos, el mandatario se mostró contrariado: los niveles de corrupción bajaron, pero la percepción ciudadana de que ese flagelo persiste seguía siendo muy alta.
¿Qué hacer? ¿Cuál es la mejor estrategia para acabar con el problema?, preguntó el presidente.
El secretario Romero, coordinador de la reunión, explicó que la impunidad es un factor que impide a los ciudadanos ver cambios reales. Puso dos ejemplos en los que, notablemente, no se castigó la corrupción durante el sexenio:
Uno de ellos fue el fraude en contra de Petróleos Mexicanos, cometido tanto por funcionarios como por los líderes sindicales. También mencionó el caso de “un exgobernador y excandidato presidencial, cuyo enriquecimiento inexplicable estaba a la vista de la sociedad, sin que fuera claro quién debería sancionarlo”. Se refería al político priista Arturo Montiel.
“Ese tipo de situaciones deja la impresión ante la sociedad de que el gobierno tiende a ser defensor de gente percibida como corrupta”, dijo Romero. Luego señaló una debilidad de la estrategia anticorrupción en el sexenio: “El enfoque de este gobierno ha sido preventivo”.
En este gobierno, no son raros los ejemplos de corrupción impune. Alfonso Caso Lombardo, exdirector de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, es uno de ellos. Fue separado del cargo cuando estaba sometido a investigación y se le comprobaron depósitos en bancos extranjeros; recibía sobornos para facilitar la aprobación de contratos multimillonarios. Proceso solicitó a la Procuraduría General de la República que confirmara si había cargos penales en su contra, pero la respuesta fue que no existía información sobre ello; y una solicitud específica por escrito sobre el mismo tema no fue respondida.
A ello se suma que cuando hay sanciones, son poco severas, y un sistema de justicia laxo, dijo Romero. Ello hace recordar que la administración foxista presentó una iniciativa para que los delitos cometidos por servidores públicos se tipifiquen como graves, misma que aún espera ser aprobada por el Congreso.
En cambio, la directora del Banco Mundial para México y Colombia, Isabel Guerrero, señala que la estrategia de instituciones multilaterales como el Banco Mundial contra la corrupción se enfoca por igual en la prevención y las sanciones.
En la referida reunión de gabinete, el presidente Fox no dio instrucciones contundentes; sólo comentó la necesidad de detectar las áreas en las que se deben aplicar sanciones y en cuáles es necesario eliminar barreras.
El caso es que el enfoque “preventivo” de la estrategia anticorrupción del presidente Fox dio lugar a que la ley no sólo haya sido blanda al aplicar las sanciones, sino incluso a que se ocultaran los nombres de los corruptos. En noviembre de 2005, cuando se sancionó a la empresa que sobornó a Caso Lombardo, el exfuncionario ni siquiera fue mencionado. ?
*Directora del Centro de Periodismo y Ética Pública (Cepet), www.cepet.org.
Fox entiende: EL PUEBLO NO ES TONTO!!!
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